Buena salud y nutrición óptima en la adolescencia

Bienestar adolescente: Documentos de antecedentes para consultas de múltiples interesados

Visión de conjunto

La buena salud y la nutrición óptima abarcan desde la ausencia de enfermedades y la malnutrición hasta la capacidad de afrontar adecuadamente las tareas diarias y seguir funcionando a pesar de las adversidades. La salud y el bienestar de los adolescentes están cada vez más relacionados con determinantes sociales y estructurales incluyendo el cambio climático, la globalización, la urbanización, y el desarrollo técnico que impulsan el cambio de estilos de vida. Por este motivo las respuestas sanitarias efectivas con frecuencia se realizan en varios niveles y con múltiples componentes, incluyendo la coordinación de varios sectores. Incluyen políticas basadas en la población para abordar los impulsores de las mayores cargas de morbilidad de los adolescentes (p.ej. medidas para la seguridad vial, intervenciones para el acceso al agua, mejora de instalaciones sanitarias y prácticas de higiene) y programas dirigidos a los adolescentes y niños en edad escolar en entornos educacionales (p.ej. escuelas que fomentan la salud). Algunos de los mayores éxitos se pueden lograr prestando apoyo a los adolescentes en familias que se enfrentan a carencias y discriminación, o en grupos de gente joven marginada de otras maneras. Las respuestas del sector de la sanidad deberían centrarse en reforzar los sistemas de salud para ofrecer una serie de condiciones que sean sensibles a intervenciones a tiempo de los servicios de salud, como problemas de salud mental, necesidades de salud sexual y reproductiva, malnutrición y enfermedades contagiosas. Las respuestas a varios niveles para la salud y la nutrición de los adolescentes pueden ofrecerse a través de una plataforma de coordinación nacional para supervisar los esfuerzos en todos los sectores y ministerios del gobierno.  En una situación ideal, los sectores de la salud, la educación y la protección social tendrían puntos centrales para la salud y la nutrición adolescente, garantizando así una atención específica en cada sector. Los mecanismos de rendición de cuentas, como la evaluación del impacto en niños y adolescentes, la puntuación o muestrarios para evaluar los efectos en el bienestar, deberían acompañar una visión nacional para el bienestar de los niños y los adolescentes e incluir medidas para una buena salud y nutrición óptima. El liderazgo y la participación de los adolescentes se deberían institucionalizar y apoyar activamente durante el diseño, la implementación, monitorización y evaluación de la salud de los adolescentes.

 

Equipo de la OMS
Partnership for Maternal Newborn and Child Health UHL
Número de páginas
17